jueves, 18 de junio de 2015

EL PUNTO DE PARTIDA

Para actuar de la forma más correcta posible las organizaciones y las personas que las componen deben de seguir un itinerario. Es importante que se sigan todos los pasos de este itinerario y este es un itinerario claro y perfectamente definido. Las fases por las que se debe de pasar son las siguientes; información, análisis y acción.

A lo largo de estas fases pueden ir surgiendo, y de hecho es bastante frecuente, obstáculos que harán que no se llegue al resultado esperado. Los veremos a continuación.

Es necesario disponer de información para poder actuar, ya que esta es la base del proceso de toma de decisiones. La información de la que se dispone no suele ser adecuada y quizás ni siquiera sea cierta. Dentro de las empresas, el modo de transmitir información y la información que se transmite presentan carencias. No se suele decir lo que se debe de decir, a veces se habla mucho sin decir nada, en ocasiones se sustituye la información por rumores, en otros casos esta es tan formal que resulta incomprensible, se proporciona la información que le interesa a la empresa que por otra parte se cree en posesión de la verdad absoluta, etc.

La siguiente fase es la de análisis puesto que la información obtenida se debe de procesar, sintetizar e interpretar. En este caso el obstáculo está en el hecho de que nuestra capacidad de análisis es limitada. Para cualquier persona por mucha lucidez que tenga existen límites al razonamiento.

A continuación, después de obtener información y analizarla debemos de pasar a la acción tomando decisiones. En este caso el principal obstáculo es la elección de responsables. Que además se ve condicionada por el concepto erróneo que se tiene de la responsabilidad. Así pues cuando algo sale bien todo el mundo quiere ser responsable y apuntarse los méritos. Pero si las cosas no salen como se esperaba los responsables se convierten en culpables y en lugar de aprender de los errores se huye de la culpa. Cayendo en una dinámica infantil que no favorece a nadie.


Parece que estamos abocados a caer en alguno de estos obstáculos, aunque existen modos de tratar de evitarlos. El primero es ser conscientes de nuestras limitaciones ya que sino las conocemos y asumimos difícilmente podemos evitar las consecuencias de las mismas. El siguiente punto es no centrarse en el pasado ni divagar sobre que pasara en el futuro. Ya que así nos perderemos lo que está ocurriendo ahora, hay que pensar en el presente. Y además también hay que pensar en el cliente ya que este es el fin último de todas las actuaciones de la empresa.  Debemos de crear un ambiente adecuado y pensar en el cliente aquí y ahora para intentar solventar los numerosos obstáculos a los que nos enfrentamos.

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